Por Alberto Benza González
Bajo el manto nocturno, el viento susurra en el jardín de los sueños. Las estrellas, luciérnagas en el oscuro lienzo del cielo, dibujan destellos de esperanza. La luna, un faro plateado, guía a los navegantes perdidos en el mar de la vida.
En ese universo de sombras y luces, cada hoja es un verso que susurra al viento. Los árboles, testigos inmutables del paso del tiempo, alzan sus ramas como brazos que anhelan tocar el infinito. Las flores, delicadas musas en su danza efímera, despliegan su fragancia como secretos susurrados al corazón.